El cine de samuráis (conocido entre los frikis del tema como chanbara, dentro de las películas de época o jidaigeki) constituye un género bien definido que puede despertar pasiones, aunque también tedio (más entre las féminas), como por ejemplo, el western, con el que tiene una relación bastante estrecha.
A los que quieran iniciarse les recomendaría que empezasen por el number one, Akira Kurosawa, que dejó un puñado de obras maestras y que es relativamente asequible, tanto de encontrar como de digerir. “Los siete samuráis” es una de mis películas favoritas, sin paliativos, véanla. También son bastante representativas “Yojimbo (El mercenario)” y su continuación “Sanjuro”. De éstas hubo traslaciones al lenguaje del Oeste (“Los siete magníficos”, "Por un puñado de dólares").
Kurosawa, por su parte, adaptó el lenguaje de Shakespeare al entorno samurái, creando obras maestras como “Trono de sangre” (Macbeth) o "Ran" (El rey Lear).
Todavía con Kurosawa citaré la película que le dio la fama en Occidente: “Rashomon”, una importante reflexión sobre el punto de vista, la clásica "La fortaleza escondida" y la barroca “Kagemusha”.
Un cineasta bastante canónico en el cine de samuráis, aunque sin llegar a la brillantez de Kurosawa, fue Hiroshi Inagaki, con su trilogía “Samurái”, protagonizada por el gran Toshiro Mifune.
El otro gran actor del género es Tatsuya Nakadai, con el que coincide (entre otras) en “Samurai Rebellion”, de Masaki Kobayashi. Éste cineasta dio una vuelta de tuerca al chanbara como pudo hacer Peckinpah con el western, profundizando en los personajes y aportando cierta crítica al código. Además de la citada, he de destacar “Seppuku” (que significa harakiri), una verdadera obra cumbre.
Otro cineasta con un punto de vista particular, algo más estrambótico, fue Kihachi Okamoto, en obras como la sombría “La espada del mal”, en “Kill!”, una especie de Spaghetti Eastern o en la cruda "Samurai assassin".
Okamoto rodó además una de las 26 películas de la serie sobre el samurai ciego Zatoichi protagonizadas por Shintaro Katsu, concretamente “Zatoichi conoce a Yojimbo” (la vigésima), donde Mifune retoma el papel del mercenario. Esta serie de películas es bastante difícil de encontrar y no he podido ver más que un puñado, que tampoco se encuentran entre mis preferidas. Takeshi Kitano recuperó al personaje la década pasada ofreciendo una película novedosa e interesante.
Algunas historias de Samuráis han sido rodadas en varias ocasiones, como la leyenda de los 47 ronin que vengaron a su señor. Hay una versión de Mizoguchi (un director que, por desgracia, frecuentó poco el género), otra del citado Inagaki y una más reciente pero también bastante insulsa de Koreeda. Y creo que se está rodando una temible con el protagonismo de Keanu Reeves.
Decía que Mizoguchi no frecuentó mucho el género, pero también hizo una versión previa de "Miyamoto Musashi", el samurái de la trilogía de Inagaki. Por otra parte, filmó grandes películas sobre el Japón feudal, sin ser estrictamente películas de samuráis, como "Cuentos de la luna pálida de agosto", "El intendente sansho", "Los amantes crucificados" o "Vida de Oharu, mujer galante."
Al igual que ocurrió en el western, el género ha decaído en popularidad en los últimos años, pero no han faltado obras notables, entre las que destacaría (además del “Zatoichi” de Kitano), la lírica trilogía de Yoji Yamada, que forman “El ocaso del samurai”, "La espada oculta" (también conocida como "The hidden blade"), y "El catador de venenos" (aka "Love and honor").
Al igual que ocurrió en el western, el género ha decaído en popularidad en los últimos años, pero no han faltado obras notables, entre las que destacaría (además del “Zatoichi” de Kitano), la lírica trilogía de Yoji Yamada, que forman “El ocaso del samurai”, "La espada oculta" (también conocida como "The hidden blade"), y "El catador de venenos" (aka "Love and honor").
Y mencionaré alguna película más que ha quedado pendiente en la relación y que considero que merece la pena. Es el caso de “Tres samuráis fuera de la ley”, de Hideo Gosha, o de "Lady snowblood", dirigida por Toshiya Fujita, de la que ya hablamos por ser una de las inspiradoras de Kill Bill. Y sobre el código samurái en EE.UU., la reflexiva "Ghost dog" de Jarmusch, con Forest Whitaker haciendo un gran papel. Por otra parte, citaré dos películas recientes sobre el final de los samuráis: la pasable y sensiblona "La espada del samurái", de Yojiro Takita, y la mediocre americanada "El último samurái", pero lo hago sólo por completar el post, pues he mencionado películas mucho mejores, algunas de ellas obras maestras del cine.
Si alguien quiere profundizar en el análisis de estas películas o buscar otras le recomiendo que consulte filmaffinity.
La salsa de las películas de samuráis son los combates a espada, como los tiroteos en el western: