viernes, 25 de febrero de 2011

Crítica de Bar: el Super 8

Empecemos hablando un poco de historia. En el local que acoge ahora al Super 8, en la calle Jose Mª Lacarra (ex General Sueiro), hubo antes otros garitos. Yo recuerdo el Caifás, el Cubo y el Pulp.

El Cubo fue bar de moda durante un breve periodo, estaba siempre a petar, y su tránsito al Pulp fue difícil: perdió la mayor parte de la clientela. Seguían poniendo música popera y alternativa bastante animada, el bar en sí no había cambiado mucho, parecía algo más moderno, los cubatas habían ido a mejor (antes había garrafón y más caro), pero las modas cambian y no era habitual que se llenase. La única diferencia sustancial con el bar anterior es que ahora se daban cenas a primera hora y luego se quitaban las mesas para que fuera un pub como siempre. El experimento no terminó de cuajar.

El Super 8 sigue más o menos el esquema de los dos anteriores, esta vez sin cenas. Música animada, aunque menos purista, con alguna concesión sobre todo hacia temazos bailables de los 90, pero suelen estar bien insertadas en las sesiones. No obstante, algún día he escuchado a Los Rodríguez y algún otro tema que rompe con dudoso gusto la unidad de las sesiones.

El ambiente, tirando a Indie es similar al de la cercana zona de Bolonia – La Paz (Candy Warhol, Tiger Lily, Belmondo...), quizá ligeramente más joven y más pijo pero sin llegar a los extremos del también cercano Boulevard. La afluencia es variable y puede ir desde el lleno sin agobios al no hay ni clifford según el día, si bien, no suelen faltar féminas hermosas, raza tan cotizada como difícil de ver, como cualquier goliardo sabe. Las copas son buenas, a 5-6 euros, y los camareros son majetes.

Un bar, por tanto, bastante recomendable. Sobre todo porque es divertido y te puede levantar el ánimo en una noche aciaga, aunque también puede parecer excesivamente limpio y “moderno” para los goliardos más degenerados. Yo le pongo 4 BOBs.

martes, 22 de febrero de 2011

Mundo rural

En la sociedad urbanita de hoy en día hay gente que añora el contacto con la naturaleza.

Así, Mike Scott quería ser un pescador:


Y Michael Palin (que yo sepa, nada que ver con Sarah Palin) de los Monty Python quería ser un leñador, un tanto particular, eso sí:


miércoles, 9 de febrero de 2011

Los Soprano

Dr. Strangelove: Siento que llego un poco tarde para hablar de esta serie. Al hablar de películas, parece que no hay problema en comentar un clásico o incluso un film que tenga unos cuantos años sin llegar a serlo, pero las series todavía tienen una imagen de inmediatez que supongo que acabarán perdiendo.

También llego tarde por todo lo que se ha hablado ya de Los Soprano. Puede que sea la serie de mayor relevancia en la historia de la televisión. Es la que ha mostrado al mundo que la caja tonta no sólo es para zoquetes y que se puede hacer dinero con productos de calidad.

La calidad está, sobre todo, en los guiones. Son profundos, realistas, tienen múltiples lecturas. Pero también hay calidad técnica, en la banda sonora y la fotografía, y no faltan montajes realmente brillantes.

Por desgracia, vi antes The Wire, de la que ya hablamos, que Los Soprano y perdí capacidad de sorpresa, porque The Wire potencia las innovaciones de Los Soprano hasta llevarlas a la perfección, es la serie redonda. Porque si se le puede achacar algo a Los Soprano es que todavía adolece de pequeños defectos televisivos, como algún giro de guión algo forzado o una extensión no del todo apurada.

Lo más impresionante de Los Soprano, más allá del tono desmitificador y realista con el que aborda el tema de la mafia, es la construcción de personajes. Tony Soprano es uno de los mejores que se han creado para medio alguno. Un tipo inteligente, narcisista y cruel, bastante hortera, con importantes desequilibrios emocionales y afectivos, extrañamente sensible e incomprensiblemente entrañable.

Y le rodean secundarios tan interesantes como su sobrino Chris Moltisanti, politoxicómano inseguro; el pirado de su tío Junior; el sensato consigliere Silvio Dante; los carismáticos capitanes Paulie Gualtieri y Pussy Bonpensiero; el elegante Johnny Sack; su primo Tony Blundetto y Ralphy, que mejoran sensiblemente las temporadas en las que aparecen... Y no menos sugestivos son los papeles de las mujeres en el mundo machista de Los Soprano: la avinagrada madre de Tony; Carmela, su mujer, que se debate entre la moral y el materialismo; su hermana hippy y manipuladora Janice; su independiente hija Meadow; la espabilada psicóloga Melphy, las amantes de Tony, tan parecidas entre sí; la guapísima Adrianna Lacerva; las mujeres de los mafiosos; las strippers del Bada Bing...

Unos personajes atractivos en un mundo complejo y hortera, un mundo cargado de violencia y de cinismo donde se suceden situaciones que pueden invitar a la reflexión ética y social, pero que también se pueden apreciar como mero divertimento.

Si tienen la suerte de no haber visto todavía Los Soprano, háganlo.